kayak en el lago de real de la quinta
08 Oct, 2018

Lagom: ni mucho ni poco. Mejor lo justo.

Hoy queremos conocer un poco más sobre este concepto inherente a la cultura sueca, que tiene mucho que ver con nuestro estilo de vida Real y que nos ayudará a vivir más y mejor.

La filosofía Lagom es el secreto de los suecos para ser felices.

Lagom significa la medida justa (nada en exceso, nada en defecto), y su significado encierra la esencia de este estilo de vida que contrarresta el estrés cotidiano con la moderación y la calma. Es aplicable a cualquier aspecto de nuestro día a día, desde la alimentación (comer con moderación, sin excesos) al bienestar (practicar deporte, mindfulness, valorar el silencio y las relaciones sanas) e incluso el consumo en casa (reducir el gasto energético y de agua, reciclar, comprar solo lo que se necesita).

La clave de Lagom reside en poner en práctica una serie de pautas para vivir de una manera más equilibrada. Pautas para evitar el exceso y la limitación extremas y saber qué es lo que realmente nos hace felices y lo que es mejor para nuestro bienestar emocional. Un estilo de vida en el que no tienes que renunciar a darte un capricho sin llegar al exceso. 

Según Lola A. Åkerström, autora del libro 'Lagom', todo el mundo puede incorporar aspectos similares en su vida. “Lo primero es identificar fuentes de estrés e intentar reducirlas. Por ejemplo, deshacerse de cosas –menos es más–, tener equilibrio entre trabajo y vida, buscar relaciones basadas en la confianza”. 

También se dice que la filosofía Lagom es en parte responsable de que solo el 12,3 por ciento de la población sueca mayor de 15 años tenga sobrepeso elevado. “Parecen encontrar más balance entre comida y ejercicio que muchas otras culturas”.

Cuando llevamos Lagom a lo personal, nos damos cuenta de que la felicidad no se encuentra en tenerlo todo. Es toda una llamada a la moderación y al balance. Un estilo de vida basado en un mundo de equilibrio y armonía, que es donde reside la virtud.

"A lo que aspira Lagom en su esencia más profunda es a garantizar que compensemos nuestras necesidades de una manera que constituya una invitación a la paz y la plenitud, más allá de lo que deseemos en la vida", escribe Åkerström."Lo que me pide Lagom es que sea más consciente de mis emociones, de mi cuerpo, y de mi bienestar".

A continuación mencionamos  algunas pautas básicas para poner en práctica el secreto sueco de la felicidad:

•  El silencio es saludable

Evitar las conversaciones forzadas o recurrir a comentarios obvios. Disfrutar del silencio. Los silencios no son incómodos, todo lo contrario, son buenos para el cerebro y la salud tal y como han constatado diversos estudios. Uno de ellos realizado por la Universidad de Pavia (Italia) y la Universidad de Oxford, recomienda guardar silencio durante 2 horas al día para reducir la presión arterial, cuidar el corazón, favorecer la concentración, la reflexión y generar nuevas conexiones entre las neuronas.

•  Planificar las compras:

"No derroches y no te faltará de nada" - es lo que dicta Lagom, que propugna un enfoque meticuloso del empleo del dinero, evitando incurrir en gastos inútiles. Eso no quiere decir que se restrinja a la hora de invertir: de hecho, la filosofía defiende que más vale gastar en algo bueno y duradero -como una prenda de ropa de calidad- que en algo asequible y mal hecho. 

•  Acciones sostenibles: 

Tener más control sobre los recursos naturales es una pieza fundamental de Lagom. Hace frío y necesitamos calentar el hogar, pero no es necesario tener la calefacción a tope. Lo mismo en el caso contrario, con el aire acondicionado. Se trata de ser un poco más responsables con los recursos naturales. En Suecia, el reciclaje está muy establecido -sólo un 4% de la basura llega a los vertederos, según Åkerström-. Incluso se han bajado recientemente los impuestos sobre las reparaciones, y se ha abierto un centro comercial de productos reciclados. Además, poco a poco se están implantando las tiendas al peso, que rechazan los envases. El objetivo es evitar la cultura del "usar y tirar" y, finalmente, cuidar de nuestro planeta.

•  Que el trabajo no se apodere de su vida: 

Conciliar vida social, ocio y trabajo es un tema fundamental para los suecos. Lo consiguen cerrando muchas de sus empresas durante el verano, cuando los empleados se toman cuatro semanas seguidas de vacaciones; acabando los turnos, como muy tarde, a las 17:00 horas; flexibilizando las jornadas; haciendo posible el teletrabajo; otorgando a cada padre y madre 480 días de permiso para cuidar a sus hijos/as; respetando el fika -un descanso que se toma unas tres veces durante la jornada laboral para socializar alrededor de una taza de café y un rollo de canela-... De hecho, es en este país donde varias empresas han instaurado la jornada laboral de seis horas al día, y donde a las 18:00 -y, en muchos casos, durante el fin de semana-, suele estar todo cerrado.

•  Ser feliz con lo que se tiene: 

“Cuando tenga esto, entonces... estaré contento”. “Cuando llegue el verano, entonces... por fin seré feliz”. “Cuando baje de peso, entonces...”. Lagom dicta que debemos ser felices con lo que tenemos. No se trata de ser mediocres y conformarnos con todo, sino de aprender a disfrutar la vida tal cual se nos presenta. Ese es el secreto.

•  Alimentación sostenible:

Una cocina nada elitista, pero tampoco simple, que tiende al consumo sostenible, ético y local, con predominancia de productos frescos y temporales. Esa es la forma de elaborar platos Lagom, que no tiene miedo a reutilizar las sobras, y de hecho, posee incluso un plato nacional basado en ellas: pyttipanna. 

Los países escandinavos, pese a las bajas temperaturas, ocupan casi de manera permanente los primeros puestos del World Happiness Report, los países más felices del mundo. La respuesta, sin duda, reside en su estilo de vida que busca el equilibrio incluso en los más pequeños gestos.